15 May SEPÚLVEDA: CORDERO Y POSADA
Llegar al medio día a Sepúlveda es un gusto para todos los sentidos, sobre todo para el olfato y el gusto, ya que huele a cordero asado por todos sus rincones. Muchos son los figones que en hornos de barro cocinan lentamente con leña este preciado manjar.
Para comer Cordero Asado recomiendo un figón por el que siempre me paso cuando visito Sepúlveda, y es que venir a esta Villa y no comer cordero es pecado. Se llama “Figón de Zute El Mayor o de Tinín” y está en la Plaza Mayor. Entras en el figón y Tinín o su hijo te da mesa, te sirve vino, pan ,ensalada y cordero, ¿para que más? El Cordero Asado te lo sirven en la misma fuente de barro con la que se cocina, trocean el cuarto de cordero y te vas sirviendo tu mismo. Suelo pedir un cuarto delantero para dos personas, pero está tan bueno que al final acabas rebañando el plato con un pan blanco que también es de resaltar. Tampoco hay que olvidarse del vino de la casa, que sin darte cuenta la botella se acaba. Terminamos con el postre Ponche Segoviano, aquí lo hacen realmente exquisito. Si pasas por este figón en fin de semana puede que te quedes sin mesa, así que es imprescindible reservar.
Lo siento pero te puedo enseñar el Cordero Asado, ¡me lo he comido!, ¡fíjate en la grasita de la fuente que aún queda por rebañar!
A la izquierda del figón hay un letrero muy antiguo en la pared que me llamó la atención, “Prohibido hacer aguas mayores y menores en esta calle bajo multa de dos pesetas”, ¡así que ya sabes!
LA POSADA DE SAN MILLAN
Después de comer cordero asado y de cargarse una buena botella de vino, lo mejor es descansar. El alojamiento en Sepúlveda es uno de los motivos por los que siempre vuelvo a esta Villa Segoviana, ya que posee una de las casas rurales mas bonitas de España, “La Posada de San Millán”
“La Posada de San Millán” es el edificio civil mas antiguo de Sepúlveda, es un casa noble de orígenes románicos, de la que de esa época se conserva la portada. Perteneció a los “Gil de Gibaja” como reza en un azulejo de la fachada.
Al traspasar la puerta, te encuentras con un patio porticado con columnas de piedra rosa, llamada piedra de Sepúlveda. Estas columnas sujetan un corredor de madera noble que Pilar, su dueña, cuida con mucho mimo. Conforme vas cruzando el patio ya comienzas a sentir la paz y la tranquilidad que “La Posada de San Millán” te ofrece. En el patio como en toda la casa te encuentras con antigüedades, piezas realmente singulares. Sus ocho habitaciones con baño son estupendas, muy cómodas y todas diferentes. Dispone de un comedor para desayunar, que Pilar te sirve en un ambiente muy agradable, aunque si lo que quieres es comer, bajo petición pueden ofrecerte comidas y cenas.
En la parte baja de la casa tiene un salón común en el que hay juegos para niños y sofás muy cómodos. Si prefieres leer un buen libro bajo la sombra de un árbol, bajo la morera de mas de ciento diez años que hay en el jardín puedes hacerlo, las horas pueden pasar sin darte cuenta. El jardín te ofrece unas maravillosas vistas de Sepúlveda encaramada en sobre un peñasco.
Si buscas un alojamiento con personalidad y que te permita desconectar del mundo “La Posada de San Millán” es un buen lugar. Pilar es una buena anfitriona, ella te recomendará las diferentes actividades que se pueden hacer en Sepúlveda y alrededores. Te dejo con el enlace de su página. www.posadasanmillan.es
ALREDEDORES
Sepúlveda se encuentra en el Parque de Las Hoces del Río Duratón, por donde serpentea el río entre cañones que puede llegar a tener hasta cien metros de altura. La mejor opción para verlos es alquilando una piragüa, desde la que puedes descubrir rincones de gran belleza natural.
Si te atrae el arte románico puedes ver algunas iglesias en Sepúlveda, pero a mi personalmente, me resulta muy llamativa una que está en Duratón, un pueblo cercano. Es la Iglesia de Nuestra Señora de La Asunción construida en 1203. Se trata de una iglesia porticada muy común en esta zona de Segovia, tiene capiteles realmente muy interesantes, los canecillos son muy elaborados y se puede subir a la torre campanario, desde la que puedes observar algunos nidos de cigueña. En los alrededores hay una Necrópolis Visigodadel Siglo VI y un puente románico.
Lo dicho, si quieres comer buen Cordero Asado y alojarte en una casa con historia y personalidad, pásate por Sepúlveda, ya me contarás!!
Teresa Lorenzo.
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