MODELO POR UN DIA

14 Ene MODELO POR UN DIA

De nuevo, como tantas otras veces, el sonido de las gaviotas me habían despertado. Parecía un día como otro cualquiera, pero en mi mente revoloteaba la cita que tenía al atardecer. Era un día de Mayo y confieso que estaba nerviosa, antes nunca me había en el punto de mira de una cámara de fotos profesional, aunque contrariamente estaba tranquila al pensar en las manos que sujetarían esa cámara.

La nueva imagen de mi web pedía en voz alta unas buenas fotos. Las fotos debían ser diferentes, debían transmitir sensaciones, un poco de locura, pero sobre todo debía contagiar mi pasión por los viajes. La idea de que fuese el, la tenía en mente, pero no sabía si tendría un hueco en su apretada agenda. Una llamada de teléfono lo aclaró todo. Hablé con el, le expuse lo que quería y sin ningún atisbo de duda, me comunicó que quería participar y colaborar con la nueva imagen de mi blog.

MODELO POR UN DIA

Todo perfecto, mi amigo Curro Rodríguez Sánchez, sería mi fotógrafo y yo sería su modelo por un día. Conozco a Curro desde hace muchos años, casi antes de que para el, la fotografía lo fuese todo. Aparte de que su trabajo me guste, tengo que reconocer abiertamente, que Curro ha ido evolucionando y desarrollando una estética propia, en donde su fotografía, suele estar acompañada de historias, localizaciones, lugares y ambientes exóticos en los que ha logrado una transgresora identidad.

Curro llegó a lomos de la bici de su amiga Lidia. La bicicleta forma parte de mi blog. En cada destino de mis viajes siempre alquilo unas bicis, te da mucha libertad. Queríamos dar un tono cálido a la nueva imagen, así que Curro me aconsejó que quedáramos al atardecer.  Con ganas de pasar un buen rato nos dirigimos al pinar. Allí los tonos estaban en su justa medida, los últimos rayos de sol se entremetían por las ramas de los pinos. En el Sur del Sur tenemos unos atardeceres mágicos, envueltos en una atractiva nebulosa anaranjada. Reconozco que mi timidez andaba pululando por allí, pero confiaba en Curro, el sabía lo que hacía. Su cámara captaba minúsculos detalles, movimientos….

Después nos dirigimos a unos trigales por la zona de La Julia. El atardecer parecía que se había aliado con nosotros y nos ofreció una gama de tonos naranjas y amarillentos mágicos. El trigo a punto de recolectar, yo cada vez mas cómoda, la temperatura cálida y el sol poco a poco despidiéndose de nosotros.

Tuvimos que dejar las fotos de interior para le día siguiente, ya la luz no era buena. Había que darle un toque clásico, mas cotidiano, así que Curro optó por hacerlas en el Hotel Playa de Regla. Mi agenda, un te, unos mapas, unas guías de viaje y mi complicidad con Curro, fueron el escenario de una tarde en la que también aprendí que si se quiere… se puede.

 Ahora me dirijo a ti Curro. La elegancia de estas fotos dan un toque de autenticidad que buscaba para mi blog. Gracias por haberme dado la oportunidad de posar para ti, en una tarde en la que nos divertimos y en la que dejé abandonada mi timidez.

Teresa Lorenzo

Agradecimientos: Hotel Playa de Regla y a Curro Sánchez Rodríguez por captar sentimientos