23 May LA MAYETERÍA Y EL ARRANQUE ROTEÑO
«Manuel ya tenía cargadas las calabazas en los serones de su mula. Empezaba a clarear el día. Regla, su mujer le preparaba el hatillo con el almuerzo, arranque, una sardina en arenque, pan y un cuartillo de vino. Manuel se ataba bien la faja, la curvatura de su espalda era muy visible y le impedía caminar recto. Muchas horas trabajando en el campo de sol a sol. Era día de mercado y la cosecha de este año había sido buena. Las chocillas habían hecho su cometido, las heladas y el viento no habían atacado a la planta. Estaba contento, eufórico. Manuel cuidaba con mimo cada hortaliza que crecía en su huerta. La noche antes, a la luz de un periquillo y cuando sus diez hijos dormían, hablaba con su mujer sobre el dinero que sacarían cuando vendiese las calabazas en el mercado. Por fin tendrían algo de dinero para pasar el invierno. La venta de tomates en verano no había sido muy buena y escaseaba el pan, aunque en la panadería San Antonio les dejaban fiado hasta que recogiese la cosecha. Pagaban fielmente. En esa panadería trabajaba Manolín, el hijo varón mas mayor que repartía pan por la Mayetería. Una vez por semana dejaba un saco a su familia. Cuando llovía y se ascendía el cauce el arroyo, le costaba mucho esfuerzo cruzar y el pan a veces se mojaba. Reglita, una de las hijas mayores, que ya era zagalona, se había colocado a servir en la casa de Antonio Maña, medico de Rota y Teresa en la casa de José Ayllón, también médico pero de la vecina Chipiona. Los demás hijos se quedaban con su madre en la mayetería para ayudar, había mucho que hacer. Los que iban a la escuela sacaban por la tarde los pavos por La Ballena. No pasaban hambre, pero si mucha necesidad. Había que alimentar, calzar y vestir a doce personas y la tierra no daba para mucho. Su huerta era muy variada; tomates, pimientos, patatas, calabazas y algunas vides de tintilla que heredó del padre de Manuel. Cerca de la choza tenían la cochinera, el pozo y una pequeña choza que hacía de cocina y que a su vez dormían las bestias por la noche….»
Esta es la historia de mi familia, pero puede ser la de cualquier familia que vivía en el Sur de España en la postguerra. Si ahora te cuento la historia de los Mayetos, es gracias a testimonio de mi madre. Ella recuerda con alegría y añoranza su niñez, pero como comento en el relato, la vida en aquélla época era muy dura. En la foto está mi madre, la mas alta de las trenzas, con algunas de mis tías y primos. Eran diez hermanos, y los mayores tenían que cuidar de los mas pequeños y ayudar en el campo. La vida era mas sencilla y consumían alimentos mas sanos, libres factores químicos. Como verás en la foto, detrás de los niños está una de las chozas donde vivían.
Como ha cambiado la vida!!! Ahora tenemos de todo, y nos quejamos por todo. Que hipócritas somos, la vida de antes si que era dura!!. De que nos sirve tener mas, si realmente no sabemos valorar lo que tenemos. ¿Te has parado a pensar?
LA MAYETERIA Y EL ARRANQUE ROTEÑO
La Mayetería Roteña es una forma de agricultura tradicional de origen Andalusí. Su nombre proviene de «Mayo», ya que era el mes en el que recolectaban la cosecha, un mes antes que el resto de los agricultores de la comarca. Este tipo de explotación agraria en minifundio, parte del siglo XV cuando la Carta Puebla de Rota otorga terrenos a quienes se comprometieran a vivir y cultivar en La Mayetería. Se les llamaban Mayetos, y como habéis leído en el relato al principio de este artículo, la vida era bastante dura. No tenían electricidad y se surtían de agua en el único pozo que tenían. Su relación con la tierra era muy personal. Mimaban con ahínco cada hortaliza que se criaba en su huerta. El Mayeto no guiaba su trabajo por el reloj. No tenía horarios, sino que encauzaba su trabajo por el ciclo solar, las estaciones y el clima. Vivían en chozas muy rudimentarias y normalmente tenían muchos hijos. Toda la familia ayudaba, en la huerta, cuidando los animales o iban a la marea a mariscar. Cada familia tenía al menos un cerdo, que se engordaba para la matanza cuando se acercaba la navidad. En los años 50 con la llegada de los americanos de la Base Naval, muchas de estas tierras fueron expropiadas y la gente del campo comenzó a emigrar al centro del pueblo, quedando en desuso esta forma de vida con tantas penalidades.
El término Mayeto no significaba lo mismo en las poblaciones vecinas. El Mayeto de Sanlúcar, Jerez o Chipiona era el campesino que cultivaba la viña y poseía grandes aranzadas de tierras. En cambio el Mayeto Roteño se dedicaba al cultivo de hortalizas en la huerta en minifundio. Sus productos tenían mucha popularidad en la comarca, así que muchos Mayetos cogían el «barco de la hora» y transportaban sus productos de la huerta a la capital gaditana.
En Rota se creó hace unos años, el Centro de Interpretación de la Mayetería, donde nos acerca y adentra en la vida del Mayeto. Está ubicado en el Camino de Santa Teresa, en uno de los pagos de la periferia de Rota. Se realizan visitas guiadas desde la Oficina de Turismo de Rota, ubicada en el Castillo de Luna.
Este centro de interpretación, apuesta por el valor etnográfico y la conservación del patrimonio Roteño. En dos hectáreas de terreno se reparten varias chozas en las que vivían Los Mayetos. Una de las chozas está dedicada al camaleón, otra reproduce la vivienda del Mayeto y otra mayor en la que se exponen aperos del campo. En el centro hay también un aula en la que se proyecta el corto «El Libro Talonario», una adaptación del libro del mismo nombre de Pedro Antonio de Alarcón. En este libro se relata la vida y la constancia de los Mayetos Roteños. Junto a las chozas hay una viña de Tintilla, de la cual hacen un vino local muy reconocido. Una de las bodegas que aún hacen este vino artesanalmente son Las Bodegas El Gato, ubicada en la Avenida de San Fernando nº 40 de Rota.
Este Centro de interpretación es muy completo, al final de la visita se realiza una taller de arranque Roteño. Y….. es que no podíamos acabar este artículo sin hacer una reseña a la gastronomía de La Mayetería Roteña.
La gastronomía Mayeta era típica de cualquier pueblo costero gaditano, pero esta se basaba únicamente de productos de la Mayetería. Muchos platos de antaño han llegado hasta nuestros días. Uno de los platos mas representativos de la Villa de Rota es El Arranque. Es una variante del salmorejo o del ajo campero, pero en este caso al arranque se le añade pimiento verde «cuernocabra» y es una comida bastante mas contundente. Es una receta antíquisima, muy popular entre la gente del campo.
Para hacer el auténtico Arranque Roteño, se necesita un lebrillo de barro, una buena machacadera de madera y mucha paciencia y parsimonia. Mi amiga Pilar del blog Aprendiendo a cocinar nos enseñó como se hace este rico y contundente plato.
¿Te animas a hacer Arranque Roteño? Venga vamos!!!
RECETA DEL ARRANQUE ROTEÑO
INGREDIENTES: Un kilo de tomates maduros, 3 pimientos cuerno de cabra o de freir, 3 dientes de ajo, pan de telera del día anterior preferentemente, aceite de oliva virgen extra y sal
RECETA: Comenzamos con los pimientos, los troceamos y lo pasamos al lebrillo. Lo majamos con firmeza y cuando estén bien machacados echamos el ajo y la sal. Volvemos a majar bien y echamos el tomate cortado en trozos y sin la piel. Seguimos majando hasta que quede toda la mezcla muy ligada. Posteriormente agregamos el la miga del pan cortado a pellizcos. Seguimos majando con suavidad con un chorrito de aceite de de oliva y vamos probando de vez en cuando hasta que consigamos el punto óptimo. Ya por último rectificamos de sal al gusto. Siguiendo la manera tradicional de como comían el arranque en el campo, se sirve acompañado de pimientos verdes cortados a la mitad a lo largo o con gajos de cebolla que utilizaremos como cuchara improvisada….. y lógicamente acompañaremos al Arranque Roteño con una copita de Tintilla de la tierra.
A mi familia.
Teresa Lorenzo Reyes
Agradecimientos Al Ayuntamiento y a la Oficina de Turismo de Rota por la organización del Blogtrip #CBallenaRotaATB #DescubreRota
Debra | Azahar Cuisine
Posted at 21:05h, 30 mayoHasta ahora no he tenido tiempo para leer tu post. Es un relato intimo, cercano, y precioso de tu familia y de las muchas familias de mayetos de Rota. Entre ellas tenemos amigos íntimos de la familia y ahora con tu post entiendo mucho mejor la vida tan bonita, aunque también muy dura, que llevaban. Gracias por compartir y ademas gracias por haberme invitado a ser participe de la experiencia Roteña, de la cual pronto escribiré en mi blog también. 🙂
María
Posted at 16:21h, 23 mayo¡Qué importante es no olvidar nuestros orígenes!
Cuando algún nostálgico del régimen anterior a la democracia dice eso de que con el dictador se vivía mejor, seguramente se estará refiriendo a su familia porque en la gran mayoría de las casas el panorama era más o menos parecido.
¡Excelente entrada!