2017, UN AÑO CON LOS CINCO SENTIDOS

2017, UN AÑO CON LOS CINCO SENTIDOS

Es mi momento del día. Desayuno en mi sillón amarillo contemplando el mar. El mar es como el fuego, no me canso de observarlo. Cada momento, cada segundo cambia de tonalidad. La casa está sola, todos se han marchado. Quedan pocos días para que acabe 2017 y hoy mi cabeza divaga por las telarañas de mi mente. Reflexiono. Medito…. si, por supuesto, está bien meditar. Me invade la nostalgia. Miles de imágenes desfilan por mi cabeza. Como no, imágenes viajeras. Un año lleno de sensaciones y momentos inolvidables. Viajar se ha convertido en mi modo de vida. Para viajar hay que saber mirar y sin duda hay que saber sentir.

2017, UN AÑO CON LOS CINCO SENTIDOS

 

EL GUSTO

 

Los viajes saben, doy fe que los viajes tienen sabor. Sentada aún en mi sillón, vuelvo a cerrar los ojos y mi mente vagabundea por el puerto pesquero de Skanor, al Sur de Suecia. Ese salmón recién ahumado es uno de los sabores mas auténticos que he probado, con una ternura que se deshacía en mi boca. También recuerdo los «pasteis de nata» en Portugal y el «Bacalhau del chef» del Restaurante María Catita de Lisboa. A mi mente llega el sabor de ese arranque roteño. Cuanto me fascina la comida tradicional, y si es en compañía mejor aún….

La exquisited de la cocina del Restaurante La Cepa de La Rambla. El sabor del pescado del Mercado de la Riviera de Lisboa, de un buen lechazo en Peñafiel, de un buen arroz negro regado con los caldos en una bodega de Montilla. La tintilla de las bodegas El Gato en Rota. El sabor intenso de los quesos del Bucarito….  La ostras del Restaurante Urban Deli de Estocolmo. Saborear corazón de reno ahumado y salchichón de alce en Andersson Fågel & Vilt. Quedar fascinada con el Stromming (arenque del Báltico) en el Strömmingskiosken  de Ostermalm….. Cuantos sabores nuevos ha disfrutado mi paladar en el viaje a Suecia de este verano!!!…. Mi desayuno me está pareciendo de lo mas vulgar al recordar estos sabores tan apetitosos. 

 

LA VISTA 

 

 

Sigo contemplando el mar. Hoy está gris. La borrasca aún está metida en el Golfo de Cádiz. Un mar gris que me transporta al Sur de Suecia, donde contemplé el Puente Oresund desde una playa que escupía espuma blanca. Que sería de mi vida sin esos retazos de color de mis viajes. La vida es mas bonita con los colores del mundo.

Recuerdo el color de las casetas de playa de Falsterbo y mis hijas jugando junto a ellas.  El color rojo intenso de las granjas de Suecia. El amarillo del la plaza del Comercio de Lisboa o del palacio de Queluz. La magestuosidad de las nubes blancas enmarcadas en un cielo azul intenso por el archípielago de Estocolmo. La grandeza del barco en el Vasamuseet. El sabor a antaño del museo al aire libre de Skansen. El exuberante templo de Diana en Evora. La blanca cencellada en Valladolid. La mirada amarilla de los lemures de Skansen….

La ceguera al contemplar la blanca plaza ochavada de Aguilar de la Frontera o de las calles de Vejer.  Ver ciervos y gamos en libertad en Suecia. Las vistas desde la cúpula del Faro de Smygeuk. Los cipreses del clásico cementerio Dos Prazeres de Lisboa. Los singulares campanarios de madera de Suecia. El explendor del Claustro de Santo Domingo de Jerez….. Sin duda ha sido una año en el que mi retina ha conservado lugares lejanos y no tan lejanos. Quizá me quede con la sensación que experimenté al ver una puesta de sol desde el Puerto del Boyar en Grazalema tomando unas viandas de la tierra, en el que la sencillez rozaba lo auténtico.  

 

EL OLFATO

 

 

 

¿Sabes que los viajes también huelen? Cierro los ojos y me concentro en el olor a mar. Si, lo percibo. Ese olor está ahí. Recuerdo el olor a mar en el puerto de Grisslehamn, donde un viejo marinero contemplaba el mar fumando su pipa. Aún huelo su tabaco…. Sigo divagando y recordando olores. El olor del Azahar de la pasada primavera en el patio de naranjos del Monasterio de San Isidoro del Campo en Santiponce. El olor de la vendimia en la campiña cordobesa….

Percibir el olor de la hierba mojada caminando bajo la lluvia en Suecia. El olor a algas en el puerto de Kaseberga. El olor a sopa caliente de pescado de un bar del Barrio de la Alfama Lisboa. El fresco olor del campo de manzanos de Rosendal en la Isla de Djurgarden. El añejo olor a vino al cruzar la puerta de las bodegas de Montilla Moriles……. Si, definitivamente los viajes huelen….

 

EL TACTO

 

 

Sigo errando por mi mente y esta me lleva a orillas del Báltico. Una de las sensaciones de este año viajero fue bañarme en ese casi helado mar el pasado verano. El contacto de mi cuerpo con el agua fría fue estremecedor….. Tocar el grueso manto de lana que cubrían las ovejas del Sur de Suecia. La suavidad de los cantos rodados en la orilla de la isla de Vaxholm en el archipiélago de Estocolmo. El tacto de la gruesa arena de la pequeña playa de la Plaza del Comercio en Lisboa. El tacto de las grandes moles de piedras del conjunto megalítico de Ale Stenar….. Aquellas piedras hablaban al rozarlas.

 

 

EL OIDO

 

 

Desde mi sillón sigo contemplando el mar rebosante de vida a estas horas de la fría y húmeda mañana. Los martinetes corren por la orilla de la Playa de Regla como si se tratase de una carrera de fondo. El graznido de las gaviotas estáticas en la orilla me recuerdan al Puerto de Nynäshamn…..Sigo divagando… cuantos recuerdos!! El silbido del viento en un mirador de Arcos de la Frontera. Oir susurrar el vino en el Lagar Cañada Navarro de Montilla. El sonido constante de la ciudad de Copenhague.  Percibir el balido de las ovejas pastando en los verdes prados de Suecia. El sonido de los sólidos telares de madera de la fábrica de mantas de Grazalema. El chirrido de los tranvías de Lisboa……

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Mi momento del día se está acabando. Son las 9:30 y tengo que salir a trabajar. Cuanto ha dado de si mi calmado desayuno. En un momento he recordado todo un año de sensaciones, de recuerdos, de retazos….. Los viajes se viven tres veces; cuando lo organizamos, cuando lo disfrutamos, pero sobre todo cuando lo recordamos. Que fácil es mirar atrás viajando, divagando, recordando….

 

 

No quiero despedirme sin rememorar aquella noche de Noviembre, en la que El Faro de la Jument, mi blog, fue galardonado al mejor blog personal del períodico de La Voz de Cádiz, sin duda fue uno de los grandes momentos de 2017.

 

Nos vemos el año que viene. Espero seguir entreteniéndote con mis crónicas viajeras. 2018 viene cargado de grandes viajes y te lo aseguro, de grandes experiencias.

Mil gracias por todo, porque se que tu vas a seguir estando ahí.

 

Teresa Lorenzo

 

El Faro de la Jument
info@quinceweb.com

Teresa Lorenzo, viajera y bloguera. Mi pasión por viajar, conocer mundo y la buena gastronomía me llevaron a fundar mi blog. Te sorprenderá el nombre, pero la figura bucólica y mística de los faros me atrae, ¿A ti no?... Mi objetivo es enseñar que es posible viajar de una forma alternativa desde el concepto Slowtravel y por supuesto te ayudo a organizar tu propio viaje.

3 Comments
  • Miguel Angel Otero Soliño
    Posted at 11:04h, 13 junio Responder

    Aunque no es un sentido, en este hermoso resumen de sensaciones me faltarían las palabras, las risas, las conversaciones, quizás es uno de los elementos que más bonitos de un viaje. Por cierto vaya hijas mas guapas que tienes 🙂

  • DinkyViajeros
    Posted at 11:31h, 31 diciembre Responder

    ¡Qué post más emotivo Teresa! Nos ha encantado repasar contigo tus grandes momentos y viajes de este año. Ojalá 2018 te traiga, como mínimo, tantos buenos momentos como el 2017. 😉
    ¡Feliz Año!
    Abrazos.

    • Teresa Lorenzo
      Posted at 18:12h, 12 enero Responder

      Muchas gracias Dinkys. ESte año seguro que tambien llega cargado de grandes viajes pero sobre todo de emotivas experiencias. Un abrazo compañeros!!

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