06 Sep ISLA DE BATZ CON NIÑOS
En nuestro viaje a la Bretaña Francesa, alquilamos una casa en Roscoff, en la Bahía de Morlaix, la cual nos sirvió como campamento base para conocer la parte norte de la región de Finisterre. Roscoff se encuentra a tan solo 15 minutos en barco de “la Isla de Batz”, una tranquila y singular isla con una población que no supera los 600 habitantes.
La marea está alta, así que esta vez el barco zarpará hacia la Isla de Batz desde el mismo Puerto de Roscof. Cuando la marea está baja se hace desde una larga pasarela que se adentra en el mar, ya que las oscilaciones de las mareas es tan grande que con la marea baja el puerto se queda prácticamente seco. Los tickets se venden en el mismo puerto. En temporada estival, como era nuestro caso, es preferible comprar los billetes de un día para otro por las colas que se forman, aunque como salen cada 30 minutos siempre es posible encontrar una plaza esperando al siguiente barco hacia la Isla de Batz.
ISLA DE BATZ CON NIÑOS
La veraniega mañana era fantástica para visitar la Isla, soplaba una pequeña brisa pero muy cálida y agradable. Nuestra hija Violeta estaba encantada con la travesía en barco, no paró ni un momento, menos mal que la travesía es corta y se tarda solo 15 minutos en llegar a la isla.
Junto al embarcadero hay una empresa de alquiler de bicicletas de todo tipo, incluso si viajas con niños como era nuestro caso, las hay con remolques para llevarlos mas cómodamente. Nosotros preferimos recorrernos la isla a pie, teníamos todo el día y la isla es pequeña, bordearla por los senderos costeros tan solo son tres kilómetros y medio. Una de las ventajas de ir con niños es que no hace falta llevar mochila ya que puedes cargar la cesta del carrito sin llevar peso a la espalda, eso sí un carrito todo-terreno como nuestro Bugaboo Camaleón.
Al desembarcar en la isla nuestro primer objetivo fue buscar el supermercado local para comprar provisiones para nuestro picnic. Podríamos haber comprado en Roscoff, no queríamos ir cargados en el barco, pero ojo con los precios de la isla, son bastante elevados, así que si no quieres rascarte mucho el bolsillo, llévate ya el picnic preparado.
La isla cuenta con algunos restaurantes pero lo aconsejable es dejarse llevar por la tranquilidad del entorno y disfrutar de la belleza del paisaje, sin tener que estar pendientes de la hora. De hecho, a eso de las dos entramos en una crepería para calentar el potito de la niña y la cocina ya estaba a esa hora cerrada.
La isla ofrece una increíble diversidad de espacios naturales; dunas, playas arenosas, costas rocosas, páramos y humedales tienen presencia en todo el litoral. En la isla no hay temor de perderse, ya que todos los caminos conducen a la mar y, por tanto, necesariamente en el puerto. Los senderos costeros están bien señalizados pero es mejor dejarse llevar por caminos secundarios y sorprenderte de un bello entorno natural.
Los habitantes de la Isla de Batz viven del turismo, la pesca y la agricultura. Esta última actividad se realiza en el corazón de la isla, mientras que en el sur la ensenada Pors Kernoc ofrece una excelente flota pesquera.
La arquitectura de la isla es como casi en toda la Bretaña. Casas aisladas de dos plantas, con contraventanas mayoritariamente de color azul y cuidados jardines con exuberantes y coloridas hortensias.
EL FARO
Desde todos los puntos de la isla se ve su imponente faro, el “Fhare de la L’Ile de Batz”.Nosotros optamos por seguir los senderos costeros que bordean la costa y pasar junto a este faro. En el faro hicimos una parada para descansar y comer, así que sacamos nuestro picnic y a disfrutar de la fantástica vista panorámica de la bahía. A este faro se puede subir, pero hay que tener en cuenta que tiene 43 metros de altura y cuenta con 210 peldaños.
La Isla de Batz es perfecta para pasear por los senderos costeros y pasar un día tranquilo en familia como era nuestro caso. Algunos suelen coger el barco solo para pasar un día relajado en la playa, pero si lo que prefieres es alojarte en uno de sus hotelitos familiares o casas de alquiler para pasar unas vacaciones, esta isla es perfecta para saborear la tranquilidad, impregnarse del ritmo de la isla y disfrutar de la belleza exuberante de su vegetación.
Teresa Lorenzo.
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